Paseando por el bosque [Ocupado]

Era divertido ir de vez en cuando a esos bosques. Y era una suerte que las criaturas dueñas de ese lugar le permitieran caminar por esos lugares. No tenía ganas de sosportar el bullicio del pueblo, y estar hundida en esa tranquilidad era muy placentero realmente.
Tararea una canción para si misma, mientras camina, completamente descalza, y con la capucha de su capa negra baja.

Me habia despertado de buen humor, con ganas de salir a pasear un rato y asi lo hize. Camine un buen rato por el bosque, hasta que me detuve a descansar en la rama de un arbol, donde me acomode para descansar.

Un aroma raro la detuvo en seco, haciendole mirar a su alrededor con cautela y fruncir automaticamente su nariz en un gesto instintivo.
Licantropo pensò para si al reconocer ràpidamente ese aroma. Nunca se habìa llevado mal con ninguno que pertenecìan a aquella especie, pero le provocaba cierto malestar el echo de tuvieran ese molesto olor
Empezò a caminar de nuevo, esta vez menos tranquila, a sabiendas de que no estaba completamente sola en ese lugar, y buscando a la criatura que despedìa este molesto olor.

Estaba tranquilo, mirando la luz que las rama de los arboles dejaba colarce entre ellas, todo iba bien, pero de momento escuche pasos...pasos suaves, sabia de que criatura era, me habia topado mucho con esta raza, aunque sin percances. Me quede quieto, dejando que se acercara un poco mas.

No muy lejos de ella, pudo divisar a una figura, sentada contra un viejo àrbol. El aroma procedìa de allì, y seguramente, ella tambièn se habrìa descubierto. Le extraño que esa criatura no se moviera de sy lugar. Generalmente, se alejaban para no ocasionar problemas ni disturbios entre ambas razas.

Sin pensarlo un segundo, y mandada por su impulso innato en ella, se acercò un poco màs, para encontrarse con un joven licantropo. Automaticamente dejo de respirar. No tenía ganas de pelear con èl, y seguramente se molestarìa al ver como arrugaba su naricilla.

- Hola. - saludò una vez que estuvieron a una distancia prudencial. Si bien habìa saludado en un abjo susurro, èl la escucharìa perfectamente.

Mis brazos estaban cruzados tras mi nuca, parcialmente recostado en la rama y apoyado en el tronco solido del arbol. Le escuche aproximarce, asi como el llegar de su dulzon aroma que me quemba la nariz, aunque simplemente resople por la nariz, sin mostrar molestia.
-Hola
Respondi su saludo, mirandole de reojo, sin moverme aun.

- Me llamo Melanie - se presentò ella sonriendo de lado y acercandoselè. No estarìa mal,lograr una amistad con un enemigo natural de ella. Serìa cierta ironìa, pero en ese momento no estaban en guerra por lo que no le importaba.

-Callum
Me presente asi de simple, moviendome al fin al notar que se acercaba un poco mas. Me sente en la rama, observandole con curiosidad, a estas alturas ya estariamos discutiendo los insoportables aromas de ambos, pero esta vez no era asi.

No puedo evitar una mirada curiosa, alrededor de èl. No serìa raro que de un momento a otro saltaràn y empezaran un combate a muerte. Lo raro es que ni siquiera tenìa el menor atisbo de peligrosidad en sus ojos. Arrugo su ceño, un poco confusa, màs luego se encogiò de hombros. Mejor asì; no querìa pelear con un perro.,
- Puedo sentarme? - pregunto, con una sonrisa, sin mostrar el menor pudor al mostrar sus colmillos

Balancee mis pies en un aire infantil mientras le seguia observando, con una calma inusual.
-Adelante, la rama el grande
Respondi amigable, notandio sus colmillos resplandecientes.